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‘Escrito sobre España’: Talca y Alicante se unen en torno a los textos españoles de Neruda

El libro cuenta con el trabajo de compilación de los profesores José Carlos Rovira y Abel Villaverde. A lo largo de más de 500 páginas, se pone de manifiesto la intensa relación del poeta chileno con nuestro país desde 1934 hasta el año de su muerte (1973).




Coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte del poeta Pablo Neruda se ha publicado un libro que “intenta recoger todos los textos que el genial escritor chileno escribió sobre España”. Es un trabajo arduo y nada sencillo. Porque Neruda y España tuvieron una relación estrecha de idas y venidas que ha colocado al Premio Nobel como una nota importante en la historia española más allá de su carácter de genio literario. Este volumen, que ve la luz después de años de exploración literaria, incluye poesía, ensayos y una extensa colección de textos periodísticos que van desde la crónica a la reflexión; de la evocación a la reflexión en una España que para Neruda fue presente (pasó mucho tiempo en el país) y memoria tras la victoria franquista en la Guerra Civil.


Neruda viajó mucho antes de pisar suelo español. Y aún así, señaló que España debió ser el punto de partida de sus andanzas. “A mí me hizo la vida recorrer los más lejanos sitios del mundo antes de llegar al que debió ser mi punto de partida: España. Y en la vida de mi poesía, en mi pequeña historia de poeta, me tocó conocerlo casi todo antes de llegar a Quevedo. Así también, cuando pisé España, cuando puse los pies en las piedras polvorientas de sus pueblos dispersos, cuando me cayó en la frente y en el alma la sangre de sus heridas, me di cuenta de una parte original de mi existencia, de una base roquera donde está temblando aún la cuna de la sangre”, señaló el poeta en su ‘Viaje al Corazón de Quevedo’ (1943).


El libro editado por las universidades de Talca (Chile) y Alicante analiza el impacto de lo español en Neruda. Una relación que tuvo como punto de partida las idas y venidas por sueño hispánico entre 1934 y el inicio de la contienda civil. De esos años quedaron amistades con personalidades centrales de la cultura española (como Federico García Lorca o Miguel Hernández) y un compromiso político inquebrantable con la causa de la Segunda República. Y ahí es dónde lo literario empequeñece ante la magnitud de lo histórico: En 1937 publicaba ‘España en el corazón’ un poemario que como recoge su subtítulo es un “Himno a las Glorias del Pueblo en la Guerra” y en 1939 fletaba el Winnipeg para que unos 2.500 refugiados españoles en Francia pudieran llegar hasta Chile. “Qué la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie”, señaló el propio poeta.





Según señala Rovira, España tuvo una gran influencia en la producción literaria de Neruda. En la primera fase de esta relación profunda, destaca el profesor emérito de la Universidad de Alicante, se produjo un cambio sustancial en la escritura del futuro Nobel. “La experiencia española, vivida entre 1934 y la guerra civil, fue generadora de un cambio poético que narra en Tercera residencia, en el poema ‘Explico algunas cosas’, donde se hace la pregunta sobre el propio lenguaje poético, cargado hasta aquí de hermetismo, y resuelto ahora en coloquialismo”. Y tras la contienda civil se produjo una revisión de fondo de su propia visión como hispanoamericano. “El horror de la guerra y la respuesta del pueblo determinaron también una mirada poética al propio origen americano, como un despertar también en la propia historia. Era inevitablemente la memoria de Simón Bolívar, el libertador, la que aparece en aquel Madrid trágico de los primeros meses de la guerra. La experiencia está en origen de un descubrimiento de la historia que desemboca en el ‘Canto general’ (1950), a través de una compleja biografía que le conduce a una obra histórica y política vinculada a la compleja vida del autor”, comenta Rovira.


Ya por último, señala el profesor de la Universidad de Alicante, la propia situación de Chile durante 1973 le hará volver una vez más a España para hacer un paralelismo de la caída de la República y el ocaso violento del gobierno de Salvador Allende. Neruda inicia el 1973, refugiado en Isla Negra, con un libro político, ‘Incitación al nixonicidio y alabanza de la revolución chilena’, que apareció en febrero de 1973 y habla de un tiempo de esperanzas y amenazas que lo llevan de manera inmediata a la España previa a 1936: “A la guerra civil de los contrarios/quieren llevarnos garras fratricidas”, dice en el poema XXV. “La memoria de España era inevitable aquí, como recuerdo en un tiempo en el que su país sufría una amenaza que había vivido igual en nuestro país entre 1934 y 1936, cuando descubrió a España y, al mismo tiempo, la amenaza del fascismo”, finaliza Rovira.

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