¿Existe riesgo de que la IA sea utilizada para escribir literatura? Dos expertos aseguran que el riesgo existe aunque no temen por el futuro inmediato de la producción literaria aunque se augura un spam masivo de contenidos artificiales: un verdadero textocalipsis
Vicente Luis Mora, profesor de la Universidad de Málaga y autor de una extensa obra literaria, fue el encargado de analizar uno de los temas más espinosos de la actualidad literaria en el marco del XV Congreso Internacional de la Asociación Española de Estudios Literarios Hispanoamericanos: la irrupción de la Inteligencia Artificial como generadora de contenidos. Mora señaló que el problema principal que plantea esta tecnología se verá a medio y largo plazo y destacó el principal problema no es que la IA tenga la posibilidad de hacer textos y contenidos sino que una generación de jóvenes escritores se amolden a esta tecnología y se conviertan “en meros correctores ante una avalancha de contenidos generados artificialmente para satisfacer las necesidades especulativas del mercado”. “Corremos el riesgo de que se cree una especie de curadores de contenidos encargados de poner un poco de humanidad en contenidos creados por máquinas”. “Se nos viene un verdadero spam de pretensiones literarias producidas en masa: un textocalipsis”.
Vicente Luis Mora señaló que el creciente uso de estas nuevas tecnologías en la creación masiva de contenidos viene precedido de “un robo a gran escala de propiedad intelectual y de conocimientos acumulados durante milenios”. En este sentido, Jorge Corrales, director general de CEDRO, comentó que el funcionamiento de este sistema de recolección de datos masivos tiene sus fallas: “herramientas como OPEN AI no se han actualizado desde hace algunos años; y eso las pone en desigualdad de condiciones con la inteligencia humana también en la comprensión de la realidad. Con todos los algoritmos, con todas esas redes de probabilidad matemática, OPEN AI no sabe que hay una guerra en Ucrania”.
Mora añadió que esos programas “son incapaces de suplantar la experiencia del lector y todo el bagaje de angustia existencial necesarios para escribir literatura. Acumulan millones y millones de frases y posibilidades, pero no saben lo que puede significar una mirada o la fuerza aplicada a un apretón de manos”. “¿Quién va a leer algo escrito por una máquina?, preguntó uno de los asistentes al taller que se celebró en la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria. Mora fue tajante: “Yo estoy tranquilo, de momento. Si alguna gran editorial tomara la iniciativa de escribir una novela con IA es probable que la leamos por curiosidad. Pero ya no volveremos a leer nada más. Porque le faltará esa empatía afectiva con el que escribe. La singularidad de la creación literaria es muy compleja como que para una página sea capaz de hacer algo interesante”.